jueves, 9 de mayo de 2013

Esa tontería de los sueños



Siempre he soñado, y sigo haciéndolo. Los inteligentes de la vida pueden decir que soñar es de tontos, de inmaduros, que no es más que utopía. Los inteligentes pueden decir lo que quieran, prefiero ser tonto y soñar.

Y sueño, claro que sueño. Sueño con crear algo que conmueva, sin importar a cuánta gente. Con conmover a una sola persona con mi obra, sea quien sea, todo el esfuerzo habrá merecido la pena.

Sueño con una vida de tranquilidad y emoción a dosis iguales, en la que enfrentarse al día a día sea un reto pero no un infierno. En la que el simple hecho de respirar no esté prohibido y no sea una odisea disfrutarla junto a los míos.

Sueño con conocer algún día a esa persona llena de luz, capaz de hacer que todo lo pasado se convierta en una mera serie de anécdotas. Esa persona, ese ser humano, con defectos y virtudes, que detenga el tiempo con una simple sonrisa o mirada y a quien entregar la vida entera. Esa persona normal y libre que haga que cada segundo tenga un sentido.

Sueño con ser cristalino, con que mi interior sea transparente y el muro de timidez que me atrapa sea irremediablemente derruido. Ser, sencillamente, libre.

Y tú que lees esto, ¿qué sueñas?

2 comentarios:

  1. Yo sueño aclarar mis sueños...hace tiempo que se difuminan y se mezclan entre sí.

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    1. Paciencia, al final siempre vuelve todo a su sitio, como cuando se forma una tormenta de arena y al rato está todo otra vez en calma. Son así de joíos los sueños.

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