miércoles, 31 de julio de 2013

Como palomas chocando contra una persiana

Todos deseamos echar a volar. Miramos a los ojos de los ojos de lo imposible, en un desafío que nos lleva directos al mayor de nuestros retos.

Comenzamos a batir las alas, con fuerza, con ganas, llevando por delante la bandera de la voluntad. ¡Volamos, sí, volamos! Volamos más y más alto, emocionados por esa sensación de felicidad y libertad sin límites. Nada puede ponerse por delante, nada.

Pero la ilusión nos ciega, y cuando queremos darnos cuenta nos topamos de lleno con una persiana que nos aleja de nuestra meta, oculta tras la ventana. Duelen las alas, pero más duele el miedo a no poder atravesar este nuevo obstáculo.

Miramos la persiana, pensando si sería lo mejor levantarnos en armas contra ella y tratar de derribarla... Hasta que vemos que no merece la pena. El golpe ha hecho más fuertes nuestras alas, ahora son capaces de volar mucho más allá, mucho más alto, allá donde no existen muros ni persianas.

Hora de seguir volando.


4 comentarios:

  1. Muchísimas gracias, Sara!! Todo un honor que te pases por aquí! :)

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  2. Preciosa fotografía y lindo texto. Por cierto ¿has leído el libro "Juan Salvador Gaviota?" de Richard Bach? recomendable, si no lo has leído te la presto :)

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    1. Gracias!! Leerlo lo leí, pero en el colegio... Sin enterarme de mucho por aquellas décadas jeje. Creo que sigue por aquí, buena ocasión para releerlo :)

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